Tuvimos la suerte de estar en Japón durante la época en que florecen los cerezos. Esto que a priori parece no ser tan importante, es un gran acontecimiento para los japoneses que aprovechan para el hanami: ir a comer bajos los cerezos.
En todas las ciudades que estuvimos vimos cerezos floreciendo y japoneses comiendo y cenando en grupo bajo ellos. Y es que el hecho de que las bonitas flores de los cerezos solo aguanten unos días antes de morir, es para los japoneses un ejemplo de la transitoriedad de la vida, un concepto muy importante en el budismo. Este concepto significa que todas las manifestaciones de vida están sujetas al Samsara (el ciclo de nacimiento, crecimiento, envejecimiento, muerte y renacimiento) así que apegarnos, o aferrarnos a ellas, no tiene sentido y solo conduce al sufrimiento.
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ToggleEl Sakura en el barrio de Asakusa de Tokyo
El Sakura en Kyoto
El Sakura en Nara
El Sakura en Hiroshima
El Sakura en la Isla de Miyajima
En un Onsen (baño termal) de Nara, conocimos a varios abuelos japoneses que nos llevaron con sus minicoches (con GPS y móviles de última generación) a ver el Sakura. En la foto, Carles y Albert con ellos: