Ruta de 12 días por Tailandia: Fiestas, jungla y playas

Como os habréis dado cuenta, Mundo-Nomada.com no ha sido actualizado durante las dos últimas semanas. No es que me haya cansado ya de la página. Es más trabajo de lo que parece pero sigue compensando :) Lo que pasó es que hace un par de semanas vinieron Carles, coautor de esta página, y Albert, otro amigo de Barcelona, a pasar unos días de vacaciones en Tailandia y nos fuimos de viaje por el país.

Llegaron el último día de Songkran así que nada más llegar fuimos a la zona de mochileros por excelencia de Tailandia (o de Asia), la calle de Kaosan Road, a celebrar el festival más importante de Tailandia, el festival del agua. Comimos algo, tomamos unas copas, compramos unas buenas pistolas de agua y, junto con otros amigos, nos lanzamos a la guerra. Miles de personas, la mayoría por lo menos alegres, estaban tirándose agua, a veces helada, usando todo tipo de artilugios.

Yo, Carles y Albert alucinamos con la locura del Songkran, un fiestón muy divertido, como dicen aquí: sanook sanook! Pasamos un par de días más saliendo por Bangkok, y cogimos un autobús para el Parque Nacional de Khao Yai. Khao Yai es famoso por su gran variedad de flora y fauna (más de 2500 especies de plantas y más de 70 especies de mamíferos, entre ellos tigres) fue el primer parque nacional de Tailandia y es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Nos alojamos en un Bungalow del parque y, haciendo autostop, exploramos un poco sus cascadas, ríos y la fauna animal que se dejó ver: cocodrilos, monos, ciervos, puercoespines y serpientes. Bueno, y nuestras queridas sanguijuelas, los animales con los que más interactuamos y vimos más de cerca. Y es que estábamos entrando en la selva dispuestos a hacer una excursión por nuestra cuenta, cuando empezaron a saltarnos sanguijuelas de todas partes. Carles y Albert llevaban sandalias así que constantemente tenían 4 o 5 pegadas en los pies. Yo me saqué una de la espalda después de más de media hora de haber salido de allí. ¡Sanook, sanook jeje!

Esta experiencia y la fuerte lluvia nos hicieron pasar las ganas de aventura y nos dirigimos a la isla de Koh Samet. No sin antes coger un autobús de 6 horas, que llevaba el triple de pasajeros por los que había sido diseñado allá en los años de la guerra fría.

Koh Samet es una pequeña isla, relativamente cerca de Bangkok, que tiene algunas playas bonitas y bastante vida nocturna, tanto de tailandeses como de extranjeros. Una de las mejores experiencias que hicimos allí fue la de tomar una lancha y visitar varios islotes y algún que otro buen punto para bucear y admirar el coral y la vida marina. No creo que haya muchos países en el mundo con tantas playas geniales como Tailandia.

Nuestro último destino fue la isla de Koh Chang, cerca de la frontera con Camboya. Koh Chang es la segunda isla más grande de Tailandia y una de las menos explotadas. ¡Vale mucho la pena! Hay playas y alojamientos para todos los gustos. Nada más llegar alquilamos unas motos y conducimos hasta la Lonely Beach, famosa por el ambiente mochilero. Llegamos totalmente mojados porque en esa isla el Songkran había empezado ese mismo día, así que nos tiraron litros de agua por el camino, divertido y refrescante.

Nos alojamos en unos pequeños pero bonitos Bungalows de caña, con lavabo y agua caliente (aunque no hace mucha falta), por unos 7€ cada uno. Y nos pasamos unos días bañándonos en las playas, explorando la isla en moto (lástima de ese pequeño accidente, eh, Albert!), comiendo en el restaurante italiano (Sawatdee en Lonely Beach) del ya nuestro amigo Marco, y por la noche de fiesta en la playa de la Lonely Beach.

Al volver a Bangkok lo rematamos con alguna que otra celebración con amigos tailandeses. Agradecí mucho la visita de Carles y Albert después de varios meses desde mi última vuelta a Barcelona y ya los echo de menos ;) Ens veiem aviat!

PD: Demà aniré a comprar-me sandàlies noves, a veure si em duren més de 24 hours ;)

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